1. Dos caras
Curiosa la trayectoria del FIATC Joventut. En las ocho primeras jornadas muestra un alentador balance de 5-3, lo que le sitúa en una buena disposición para pelear por estar en la Copa. Ahora bien, cuando vas al detalle, te encuentras que ha ganado al Barcelona en el Palau, al CAI en Zaragoza y al Unicaja y Laboral Kutxa en Badalona. Cuatro victorias de enjundia, ante equipos de solera. Además, estuvo a punto de asaltar el Palacio de los Deportes de Madrid después de un partido extraordinario. Su capacidad de pelear con lo más granado de la liga queda fuera de toda duda. Pero resulta que ante equipos de menos pedigrí, su rendimiento es claramente inferior. Ha perdido en casa frente al Obradoiro y también cayó en Andorra, lo que habla de un Joventut de dos caras, al menos hasta ahora. Una, ante los poderosos, lujosa y atractiva. Otra, en compromisos menos glamorosos, más pálida y menos eficaz. Si esto se mantiene, y dado que ya ha jugado ante toda la aristocracia de la liga, tendrán problemas para estar en Las Palmas en el mes de Febrero. Eso sí, si finalmente logran el pasaporte, serán un enemigo altamente peligroso para el que le toque enfrente.

2.- Dos jugadores
El Sevilla-Real Madrid del domingo por la mañana me hace fijarme en dos jugadores del equipo sevillano, uno en el inicio de su carrera y otro en su parte final. Willy Hernángomez, hijo de padre y madre baloncestistas, confirma que su crecimiento es sólido, lo que muestra una vez más la necesidad que tienen los jóvenes en contar con minutos y protagonismo suficiente como para progresar adecuadamente. Poco a poco Willy se está convirtiendo en un pÍvot relevante, con una adecuada mezcla de físico, agresividad y talento y en la matinal dominguera dejó buenos detalles de todo tipo. Al hacerlo frente al Real Madrid, equipo que le cedió al Sevilla, la pregunta sobre si en un futuro le veremos de blanco es pertinente. Estoy seguro que hoy mismo no desentonaría, pero en el momento de su carrera que se encuentra, lo más importante es jugar, cosa que con los blancos haría con cuentagotas. Vamos, que está bien donde está. Mi otro punto de atención se llama Alex Urtasun, que vive una segunda o tercera juventud, que ya no sé porque el hombre ha dado un montón de vueltas en su dilatado camino. A sus treinta años Alex está pasando un momento dichoso, con ese punto de confianza que te convence de ser capaz de hacer muchas cosas y hacerlas bien. Su partido fue destacable, lleno de jugadas de mérito y hasta en algún momento mandando como un general. Ya lo dice el refrán, nunca es tarde si la dicha es buena.

3.- Dos frases
Todos los fines de semana nos reunimos en una iniciativa que surgió en el Mundial y que estamos continuando ahora con la Liga Endesa. Se llama #ExperienceEndesa y consiste en juntarnos unos cuantos amiguetes aficionados al baloncesto para comentar por Twitter los partidos, debatir sobre cuestiones diversas y disfrutar de la interacción con los aficionados. Este domingo vimos al alimón los partidos de Sevilla y Fuenlabrada y los invitados, como todas las semanas, dejaron perlas entre canapé y canapé. Resalto dos, ambas del gran Antoni Daimiel. Una al hilo del debate si la valoración, ese dato estadístico de relativamente reciente creación, era una buena manera de valorar: “Las estadísticas son como el bikini. Enseña mucho pero no lo más importante”. Otra, a vueltas con los minutos y las rotaciones. “Los suplentes eran más felices hasta que Trecet dijo que eran los minutos de la basura”. Son las dos tan buenas que no me queda nada más que añadir salvo invitaros a compartir con nosotros este bonito deporte que es el baloncesto.


