PEP BUSQUETS, PROPULSIÓN DIRECTO AL ARO

Tres son tres los de hombros anchos a quienes les toca aupar, los de anotación fluida, armazón ofensivo de sus equipos hasta el punto que, al día de hoy, consiguen ser los máximos encestadores en su club. Y utilizamos el viejuno concepto de “encestadores” porque suena así que haya hasta tres plantillas que en el top de su tabla de anotación, haya un representante nuestro. Además, si hubiésemos debido arriesgar al inicio de la temporada que nos dieran tres candidatos, ni por asomo hubiesen salido, porque son altamente sorprendentes. ¿Alguno de ellos imaginable? Descubran en este cuadro a sus protagonistas, comparando sus promedios actuales con los de la pasada temporada.

** Único jugador en la lista militando en un club distinto la pasada temporada

La sorpresa viene tras ver que sus estadísticas la temporada anteriorno fueron nada descollantes, como para erigirse en principales baluartes en este curso 25/26. Ahí les tienen con una mejoría numérica notable. Pero como en Endesa Basket Lover no solemos quedarnos con los números, sino que nos movemos por las emociones que nos brindan cuando les vemos en pista, hoy toca hablar de Pep Busquets, porque la evolución del alero de Bàsquet Girona y lo que estamos viendo en este curso, es más que sorprendente. 

UN FÍSICO PRIVILEGIADO CON GANAS DE ÉXITO

Hablaban de dinamismo y polivalencia en pista cuando lo incorporaron el pasado curso, tan solo hasta final de temporada. Para la reciente adquisición del entrenador Moncho Fernández, parecía claro que sus aptitudes le servirían muy bien. Y sí, acabaron satisfechos como para renovarlo hasta 2028. Lo que no suponíamos es que este alero formado en la cantera verdinegra -y del que ya tuvo un primer periplo en Girona en tiempos de LEB Oro, en una travesía de cesiones- sintiese que Girona fuese el tan anhelado “lugar en el mundo” en el que se ha establecido. 

Pep es un tipo que supera los dos metros y es extraordinariamente potente. Quizás nos pudiera dar la sensación en su etapa verdinegra que privaba más el talento de su técnica individual (cincelada a base de toques maestros badaloneses) que su potencia física y su ambición mental. Convertirse en un tipo duro, en definitiva. Y aunque dio alguna muestra ya el pasado curso, lo de este año es reafirmar en la condición que es un tipo muy difícil de detener. 

Porque es excelente en las transiciones, no solamente con algún que otro famoso “coast to coast” que decoran las mejores jugadas de la jornada, sino que sale disparado esperando el pase en un tempo que a Moncho Fernández le gusta acelerar. Y sí, el entrenador gallego siempre ha tenido predilección por un juego complejo de apertura de espacios, de sacar ventajas en todo tipo de bloqueos indirectos para que sus tiradores se luzcan. Pero aquí hablamos de alguien que sabe y quiere atacar el aro, lo que resquebraja de forma más directa el entramado defensivo rival. Ese es el puntal diferencial con el Busquets de otros años: la convicción por “comerse” el aro, de asumir que un jugador de su nivel sí es capaz de sacar mucho partido entrando hasta el aro, con el castigo que eso supone en faltas personales tomadas.

 De los 34 intentos de 2 puntos que lleva esta temporada, 31 han sido en la zona (con un 68% de acierto ahí). De hecho, él tiene más eficiencia en el tiro (1,10 puntos por lanzamiento) que la media del equipo (0,99), incrementando su ritmo con él en cancha (82,5 posesiones por encuentro si establecemos una media, por 81 cuando él no está), por eso consigue arañar más puntos Bàsquet Girona cuando él está en pista. Son números como para saber liderar al equipo, como en el último éxito ante el F.C. Barcelona al que ampliamente derrotaron (96-78) y se fue hasta 18 puntos, con un 6 de 8 en tiros de campo. Ha logrado tener el carácter como para arrastrar al resto de sus compañeros. 

Nunca ha tenido un mal día ni ha bajado de los 10 puntos en esta temporada. A los inicios irregulares del plantel (actualmente está con 2 victorias en las primeras 6 jornadas) les auguramos mayor cohesión y conocimiento entre todos en un conjunto de muchas caras nuevas y que tuvo que sufrir (en un partido que tenían más que amarrado) las consecuencias del triple de Rafa Luz desde su canasta para sufrir una derrota más que dolorosa. Estamos convencidos que la defensa del equipo mejorará. ¿Qué eso traiga mejores resultados? Pues eso nunca nadie lo promete. Lo que sí es un hecho que con un puntal como el de Pep Busquets, un cohete a propulsión cuando hay que ir hasta la canasta, a nada que se sienta más confiado en el lanzamiento exterior (en la actualidad, un mejorable 28% en triples), se convertirá en uno de los perfiles más atrayentes de nuestra competición.