Con un rápido pivote, Jaime Pradilla se va por línea de fondo. Yannis Morin es su defensor, más alto, más atlético y más rápido que el jugador de Valencia Basket. Pero su juego de pies convierte, lo que un puñado de segundos antes era recibir un balón de espaldas al aro con la amenaza del adversario detrás, en una canasta a aro pasado ante la atónita mirada del banquillo de La Laguna Tenerife. Por puros fundamentos, por explotar las virtudes de un ala-pívot que tenía que ensalzar la perfección del gesto hasta el extremo y sacar ventaja, Pradilla ha destacado en las semifinales. Algo que en Endesa Basket Lover hace unos cuantos años, no nos atrevimos a aventurar. Aquí lo tienen. En la élite jugando en las fechas donde juegan los de la elite: en las puertas de disputar la final de Liga Endesa.
Jaime Pradilla toma un café en el bar del hotel, solitario, antes de la salida de su equipo hacia el pabellón. Mirada relajada, su timidez y la extrema educación para pedirlo al servicio de bar no evidencian las herramientas de gladiador que sacará a relucir horas después sobre la pista. Sus trazas de jugador de un selecto grupo de excelsa categoría, demandan partidos como los que ha hecho esta temporada, como los realizados en estas semifinales.
“Desde alevín, lo pasé directamente al infantil A, sin pasar por el B. Como cadete, jugaba entre los juniors y ahora, siendo aún muy joven, ya es un jugador referente, todavía con mucha proyección”. Luis Arbalejo es nuestro “padrino” para este artículo. El actual director deportivo de Valencia Basket tiene un curioso paralelismo con nuestro protagonista, pues él era parte importante en las categorías inferiores del actual Casademont Zaragoza. Tras partir para Torrelodones, “pues colaboré para Utah Jazz y no podía hacerlo desde un club ACB”, pasó a Alicante, donde en el Lucentum vivió cuatro cursos hasta la firma con Valencia Basket. “Subí a Jaime Pradilla desde minibasket, cuando implemento al infantil B en la cantera, aunque Pradilla fue directamente al infantil A. Siempre jugó con chicos un año mayores que él”. Y siempre con excepcional rendimiento.
“Te voy a contar una pequeña anécdota de cómo llegó a cambiar incluso ciertas normas, tras casos como el suyo. Siendo cadete, lo quería para el equipo EBA. Pero a EBA se llega desde junior, no podía jugar un cadete y, por lo tanto, le hice ficha de junior, renunciando a su categoría real. Para la segunda vuelta, decidimos reactivar su ficha cadete para que pudiese jugar el Campeonato de España de esta categoría, porque le hacía mucha ilusión jugar con los de su generación. Se daba la paradoja que él era el MVP del grupo C de aquella Liga EBA. ¿Cómo no iba a poder jugar en la competición el MVP de su grupo por el hecho de ser cadete? Así que esa norma, acabó aboliéndose”.
En Endesa Basket Lover lo descubrimos en la primavera de 2018 en el Campeonato de España junior disputado en Badajoz. El por aquel entonces Tecnyconta Zaragoza contaba con el base Javi García y el futuro NBA Vit Krejci, más Carlos Alocén, el prometedor Ander Urdiain y, como pareja de pívots dominantes, Jaime Fernández (actualmente en la disciplina del club tras vivir una experiencia en el Barça) y Jaime Pradilla. Si este era el ala-pívot, móvil, avispado, muy inteligente y de grandes manos, Fernández era el pívot nato de, también un excelso juego de pies como Pradilla y brazos muy largos. De hecho, la proyección parecía más prometedora. La pareja era embaucadora, pero el salto al baloncesto senior, no parecía ser sencilla.
“A Pradilla lo veo en minibasket” recuerda Luis Arbalejo “y aunque en esas edades no queremos trabajar con los niños en posiciones concretas, se le veía meridianamente claro que era un interior, no un jugador exterior. Y con él se le perfecciona específicamente como un interior. En infantil tenía algo de sobrepeso y fue adecuando su físico. La duda que teníamos era que se quedase pequeño. Por aquel entonces, no sabíamos si se quedaría en dos metros escasos o en los 2,06 de la actualidad”.
El actual director deportivo de Valencia Basket reconoce que “su físico, muy trabajado tanto por preparadores como por dietistas, es mejor de lo que parece. Tras su periplo en LEB Oro en Palencia, lo ficho para Valencia Basket (en el que recala en 2020)”. Y sí, sus movimientos deben tener la rapidez suficiente, impulsados por su potencia, para superar en velocidad lo justo como para poder proteger con todo su cuerpo sus tiros cercanos al aro. La anchura de sus hombros, buscar la extensión de sus brazos, son virtudes que necesita para alzarse ante rivales más altos que él en muchas ocasiones.
EL CAMBIO EN EL BANQUILLO, UN SALTO CUALITATIVO
En la tercera campaña de Jaime Pradilla en Valencia Basket, llegó como entrenador jefe Alex Mumbrú, que sobre su baloncesto, Jaime intentó tener el máximo protagonismo… que era más bien escaso. Dos discretas temporadas han dado un enorme contraste con el regreso de Pedro Martínez al banquillo taronja que sí, ha entendido sobre su dibujo técnico y táctico que, el zaragozano, es parte vital en ellos. Vean el siguiente cuadro comparativo con los promedios de estadísticas en el Playoff de cada curso:
Pero lo más increíble, lo que nos ha decidido a relatar esta historia, es su actuación en las semifinales ante La Laguna Tenerife. Estamos hablando de 14 puntos de promedio, 18 de 24 en tiros de campo (un escalofriante 75%) y 7 rebotes. Varios de estos tiros de campo han sido desde media distancia. “El salto para ser un pívot asentado en Euroliga es que su porcentaje en triples sea sólido, que esté en torno al 36-38 por ciento”. En este Playoff lleva un nada desdeñable 5 de 9, bastante mejor que su 26% en liga regular. Sí, es su asignatura a trabajar para llegar a ser alguien muy difícil de detener en ataque y va en el camino.
Muy buenas manos, enorme ímpetu y, como decía Luis Arbalejo, enorme espíritu competitivo, son las cualidades de este ala-pívot internacional con notable nombre en nuestro concierto baloncestístico. Su juego de pies y resolución en poste bajo evoca el buen baloncesto, no el baloncesto de otra época, porque quien juega bien de verdad, tiene la bendita virtud de traspasar cualquier época. No hay nada “old fashioned” en ello. La grada de La Fonteta se derrite cuando ve la imposibilidad en los rivales de ser frenado en las cercanías del aro en el reto de espaldas al aro. Su juego de pies, “Mañín Olajuwon”.
“Sí, salió de una retransmisión entre Lalo y yo” recalca otro zaragozano ilustre, Lucio Angulo, desde hace muchos años comentarista en Movistar+. “Sí, nació ahí”. Entre la gracia y la originalidad el apelativo, Jaime Pradilla espera rival para la final liguera. Mientras, puede pedirse otro café, tranquilo, pausado. El guerrero ya llegará sobre la cancha.
