En la genética del Playoff, existe una esencia especial. La competición al máximo nivel, la ansiedad y desesperación intentando hacerlo pasar por estrechos conductos de motivación y control, manchas de duras batallas salpicando el piso que comienzan en heladas miradas entre rivales y, por encima de todo ello, la luz para emerger sobre todo ello y destacar, decidir, es el río vital de estas fechas en busca del título de Liga Endesa. En esas está Jean Montero, el escolta de Valencia Basket que con la elegancia que da el baloncesto callejero, encumbra a los suyos hacia el camino de lo más alto. Venas con sangre de Playoff.
En el primer partido de semifinales ante La Laguna Tenerife, Jean Montero se recreaba cuando superaba a su par en uno contra uno y exponía ante todos la sabiduría y elegancia de saber entrar a canasta sorteando poblados brazos ramificando la zona, caminando por el aire como a cámara lenta, marcando tiempos, ora con la izquierda, ora con la derecha, para dejar suavemente el balón en el aro. Sin durezas ni espinas, todo terciopelo. Bandejas que entraban al mismo ritmo que las gargantas de los aficionados en La Fonteta, explotaban en un chillido ante su ídolo. Basket de la calle en el carruaje de la élite.
21, 36 y 16 puntos en los tres encuentros de Playoff en los que los taronja han eliminado por el camino a Dreamland Gran Canaria y, por el momento, pone el 1-0 en el marcador ante los tinerfeños. Al trabajo disciplinado y alzar las armas en el momento de la batalla, se erige destacando este escolta dominicano de 21 años tan solo y 1,88 de estatura, para liderar el proyecto de un Valencia Basket que sueña con todo en un escenario que pronto abandonará. La asignatura es hacerlo con honores. Son 24,3 puntos de promedio en el Playoff 2025, en la hora de la verdad, cuando importa y sobre todo, llenando al adversario de desesperos cuando toca, cuando hay que martillear, componen uno de los cuadros más atractivos de este Playoff Liga Endesa 2025. Un 51% en tiros de campo y un 42,1% en triples en una cadencia armoniosa de anotación. Bueno, forzada en su segundo partido en el Gran Canaria Arena donde hubo muchos sudores en entrenamientos de una época pasada en la que, como el gen del Playoff manda, tocaba secar la hierba a su paso tras una prórroga.
En eso se han convertido sus porcentajes, transformado los 46,1% en tiros de campo y 36,4% en triples. Pueden añadir un 88,2% en tiros libres (15 de 17), yendo a la línea 5,6 veces en este junio, por un 85,5% y 3,2 ocasiones en liga regular. Más en todo: en protagonismo, liderazgo y una sentencia de lo que toca y lo que mueve el jugador dominicano.
La eliminatoria que acaba de iniciarse posee un arsenal táctico muy diverso, pero donde pesó la efectividad para declinar el choque fue en la zona. El 46-22 de puntos en la pintura por parte de Valencia Basket como foco en el que Pedro Martínez quiso montar su fortín, fue determinante en una noche irregular para el lanzamiento triple de ambos. La defensa sobre Giorgi Shermadini (3 puntos en tan solo 4 intentos de tiros a canasta) y el desacierto de su sustituto, el polivalente y brillante Yannis Morin (2 puntos de tiros libres, en un pírrico 2 de 6 desde la línea) fueron un “debe” que Txus Vidorreta tendrá que trabajar para que el equipo arranque y todo lo demás, funcione (como el porcentaje en los triples).
La alegría de Jean Montero en la entrevista final de televisión, como hombre más destacado y resolutivo, muy bien secundado por Jaime Pradilla, que toda su labor de 14 puntos, 7 de 11 en tiros de campo, 10 rebotes, la mitad de ellos ofensivos, son el ariete estadístico con el que rompió Valencia Basket a sus rivales, hace soñar a la ciudad de Valencia en sus últimas peregrinaciones a La Fonteta. Entre sus gradas naranjas (amarillas cuando nacieron en 1983) recorre un líquido purificador en estas fechas: la sangre de Playoff, la que Jean Montero siente circular en sus adentros. Siempre con una sonrisa, por supuesto.
