1. Unicaja al mando
Transcurridas ya catorce jornadas, lo que vemos en la clasificación no puede considerarse circunstancial. Por eso, el claro liderazgo de Unicaja, al que la jornada le salió redonda uniendo su sufrida victoria ante el Real Madrid con las derrotas de Barcelona y Joventut, no tiene aire de ser algo pasajero, sino más bien lo contrario. Desde la llegada de Joan Plaza a Málaga, ha emprendido un camino donde han ido quemando etapas en su consolidación hasta convertirse a finales de 2014 en el equipo referencia. La casualidad no juega cuando hablamos de trayectorias, y la malagueña habla de un trabajo bien hecho que no sólo ha devuelto a Unicaja a posiciones no vistas desde hace años, sino que de su mano la afición ha vuelto a recuperar la ilusión y acude en masa al Martín Carpena a empujar a los suyos. Es el único equipo que tiene asegurada ya la Copa, a la que no es descabellado pensar que acudirá como primer clasificado y esta misma semana comienza su andadura por el Top 16 de la Euroliga. Grandes retos para un colectivo que parece dispuesto a asaltar el siguiente y definitivo escalón. El de pasar de animador a opción real a ganar un título. La primera oportunidad, en poco más de un mes en Las Palmas. Mientras tanto, es tiempo de disfrutar del orgullo de verse en lo más alto de la clasificación y a una reconfortante distancia de sus perseguidores.
2. Se fue el 2014
Intenso ha sido el 2014 que ya es historia, que tuvo protagonistas y acontecimientos de diferente signo. El más sonoro y llamativo lo protagonizó la selección española masculina, que en su mundial y con todo el viento a favor, naufragó estrepitosamente al caer ante Francia en los cuartos de final. Todavía tiene un aire irreal aquel batacazo, como si meses después cueste trabajo digerirlo. En el otro lado de la balanza, nuestras chicas, que lograron lo que no pudieron los Gasol y compañía y se llevaron una merecidísima medalla de plata mundial, confirmándoles como la gran referencia del baloncesto más allá de las casi imbatibles norteamericanas. En cuanto a los clubes, el 2014 se recordará por el extraordinario juego desplegado por el Real Madrid, que acaparó elogios durante meses por su estilo y contundencia, pero que una vez ganada la Copa con el ya histórico tiro de Llull, se gripó en el momento más inoportuno, la final de la Euroliga, mazazo del que ya no se recuperó. A trancas y barrancas fue el Barcelona, pero llegó con el ánimo y la frescura suficiente a los playoffs, de los que partiendo en una posición de desventaja, logró eliminar primero al Valencia en un playoff antológico y luego al Real Madrid en la final, confirmando que en la asignatura de títulos, los azulgranas no han tenido rival en la última década. Por último, este año del 14 se llevó a Jose Luis Abós, entrenador del CAI, todo un ejemplo de sensatez, cordura y pasión por este deporte.
3. Llega el 2015
Como el tiempo no se detiene, un año deja inmediatamente paso a otro, que en sus primeros días no puede traer otra cosa que ilusiones y preguntas. Se pondrán en juego otra vez títulos de renombre y en el verano se disputará un Europeo de selecciones transcendental, pues en él se repartirán dos pasaportes para los Juegos de Río. Unos sonreirán al conseguir sus objetivos, otros derramarán alguna que otra lágrima de frustración. En Febrero disfrutaremos con la siempre apasionante Copa, en Mayo Madrid acogerá la Final Four por la que sueñan sobre todo blancos y azulgranas, Junio nos desvelará el ganador de Liga y en Septiembre quien sabe el equipo que llevaremos a luchar primero a Berlín y luego a Francia. Si sumamos lo que nos llegue de la NBA, la posibilidad de que Pau y Marc jueguen el All Star y el ver quien sucede a los San Antonio en aquel reino, la conclusión es que no nos podemos quejar. Tenemos baloncesto para divertirnos todo el año.
Hasta que poco a poco vayan llegando todo, recibir el deseo de que la vida os sonría.
